lunes, 27 de abril de 2009

La Fresca Noche

En estas noches tranquilas, cuando los grillos cantan y acompañan al silencio, yo me siento a escucharlos y dejo que mis ojos paseen por la habitación.
Cubierta de sabanas recuerdo la fresca brisa del verano y extraño el frío del otoño, extraño tapar con una bufanda mi cara y caminar temprano a la mañana por las calles inundadas de sol, en busca de un mínimo detalle que me haga más feliz:

Las hojas resecas amontonadas en la calle Mendoza.
Las partículas marrones y verdes que adornan los colores de la vereda.
Un fruto seco caído de los lapachos.
La mezcla de colores que se hace cuando el sol pasa entre las ramas casi vacías de los árboles.
El vapor de los cafés de algún bar no muy concurrido.
Acurrucarme en algún asiento de la plaza.
Romper con mis pies las hojas secas, y sentir el sonido.
Meter las manos en los bolsillos y sentir la suavidad resguardadora de mi campera más calentita.




Todas estas cosas extraño en este otoño que aún no es…

Pero está llegando despacito.

3 comentarios:

  1. me gusta mucho como escrbis! este me gusta mucho en particular! segui subiendo nomas! t quiero musho hasta el cielo, ida y vuelta

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  2. Gracias api por leer!
    Te quiero mucho!!

    Un beso.

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  3. Romper las hojas secas con los pies... la gente me mira feo pero a mi me gusta, el crujir de las hojas. Igual, la gente me mira feo.

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